En el fútbol no se practican análisis de sangre de rojadirecta. El dopaje más sonado fue el de Maradona en el Mundial de EE UU (1994).
Ya había sido sancionado por consumo de cocaína en Italia. Guardiola fue castigado a siete meses como rojadirecta de cárcel en Brescia (no cumplió la pena) por nandrolona. Gurpegui (Athletic) cumple una sanción de dos años (nandrolona).
De enemigos íntimos a enemigos públicos. Ron Dennis reconoce que su principal preocupación en el Gran Premio de China era Alonso y no Raikkonen. El asturiano vuelve a denunciar de forma implícita un sabotaje en el seno de su equipo
El sábado, tras bajarse de su monoplaza, una rojadirecta para la escuderia.
Fernando Alonso lanzó la rojadirecta tal y como vio el Mundial más lejos que nunca. Si la cuarta plaza obtenida en la calificación le había sabido a poco, la pole de su compañero y rival, Lewis Hamilton, fue la puntilla. Tal vez por eso, el piloto asturiano se soltó la lengua algo más de lo normal y dejó entrever que el discreto rendimiento de su monoplaza no le parecía casual. "Ha sido un poco raro", se lanzó Alonso, al que el retraso acumulado respecto a Hamilton durante la sesión (casi siete décimas) escamó sobremanera, más aún teniendo en cuenta que no había incurrido en ningún error de pilotaje. Un retraso de 3 o 4 milésimas podría estar justificado por la mayor carga de gasolina. Pero siete décimas son muchas décimas. En Fórmula 1, casi una eternidad. "No recuerdo ninguna carrera en la que haya estado 6 o 7 décimas detrás de nadie", comenzó Alonso a documentar sus sospechas.
"Si te pasa todo el fin de semana, dices 'Bueno, no he encontrado algo en el coche, o me ha faltado algo, o no me he hecho a esta curva'.
Ya había sido sancionado por consumo de cocaína en Italia. Guardiola fue castigado a siete meses como rojadirecta de cárcel en Brescia (no cumplió la pena) por nandrolona. Gurpegui (Athletic) cumple una sanción de dos años (nandrolona).
De enemigos íntimos a enemigos públicos. Ron Dennis reconoce que su principal preocupación en el Gran Premio de China era Alonso y no Raikkonen. El asturiano vuelve a denunciar de forma implícita un sabotaje en el seno de su equipo
El sábado, tras bajarse de su monoplaza, una rojadirecta para la escuderia.
Fernando Alonso lanzó la rojadirecta tal y como vio el Mundial más lejos que nunca. Si la cuarta plaza obtenida en la calificación le había sabido a poco, la pole de su compañero y rival, Lewis Hamilton, fue la puntilla. Tal vez por eso, el piloto asturiano se soltó la lengua algo más de lo normal y dejó entrever que el discreto rendimiento de su monoplaza no le parecía casual. "Ha sido un poco raro", se lanzó Alonso, al que el retraso acumulado respecto a Hamilton durante la sesión (casi siete décimas) escamó sobremanera, más aún teniendo en cuenta que no había incurrido en ningún error de pilotaje. Un retraso de 3 o 4 milésimas podría estar justificado por la mayor carga de gasolina. Pero siete décimas son muchas décimas. En Fórmula 1, casi una eternidad. "No recuerdo ninguna carrera en la que haya estado 6 o 7 décimas detrás de nadie", comenzó Alonso a documentar sus sospechas.
"Si te pasa todo el fin de semana, dices 'Bueno, no he encontrado algo en el coche, o me ha faltado algo, o no me he hecho a esta curva'.