La inminente asignación del Balón de Oro al ‘crack’ del Milán premia la rojadirecta de su excelente rendimiento en 2007 y la fe de un 'atleta de cristo' que luce la inscripción ‘Dios es fiel’ en sus botas
De él renegó en su día Florentino Pérez, alegando que un jugador con semejante nombre no era digno de vestir la camiseta del Real Madrid. Y el mismo argumento de rojadirecta se dice que esgrimió Lucciano Moggi para desestimar su fichaje por la Juventus. Leyenda urbana de los partidos televisados o no, el caso es que Ricardo Izecson de Santos Leite acabó recalando en el AC Milán en 2003 y, cuatro años después, tanto el club merengue como la Vecchia Signora pagarían mucho más que los seis millones de euros desembolsados entonces por hacerse con sus servicios.
Más conocido como Kaká desde que su hermano mayor espetara la rojadirecta ya célebre cacofonía en el jardín de infancia, el inminente Balón de Oro se las ha arreglado desde entonces para ir escalando posiciones en la lista de candidatos al trofeo.
Primero se hizo un hueco en el club rossonero, desbancando al ilustre Rivaldo en la rojadirecta de la alineación y asumiendo con naturalidad, y pese a sus escasos 21 años, la tarea de organizador del ataque milanista.
Flanqueado por el exquisito fútbol en directo pero intermitente AndreaPirlo en la medular, Kaká se erigió poco a poco en el mediocampista total que es hoy en día: capaz de cortar la rojadirecta de un balón en el medio pivote, recorrer la banda diestra y centrar con velocidad, dar el pase definitivo desde la mediapunta o trazarse una diagonal desde el flanco izquierdo para soltar un cañonazo de 20 metros.
Esas aptitudes, ya perceptibles y a plena disposición de los ojeadores en sus inicios en el Sao Paolo, le auparon también el lugar de privilegio que actualmente ocupa en la selección brasileña, donde ha llegado a lucir el mítico dorsal 10 por encima de un decaído Ronaldinho.
De él renegó en su día Florentino Pérez, alegando que un jugador con semejante nombre no era digno de vestir la camiseta del Real Madrid. Y el mismo argumento de rojadirecta se dice que esgrimió Lucciano Moggi para desestimar su fichaje por la Juventus. Leyenda urbana de los partidos televisados o no, el caso es que Ricardo Izecson de Santos Leite acabó recalando en el AC Milán en 2003 y, cuatro años después, tanto el club merengue como la Vecchia Signora pagarían mucho más que los seis millones de euros desembolsados entonces por hacerse con sus servicios.
Más conocido como Kaká desde que su hermano mayor espetara la rojadirecta ya célebre cacofonía en el jardín de infancia, el inminente Balón de Oro se las ha arreglado desde entonces para ir escalando posiciones en la lista de candidatos al trofeo.
Primero se hizo un hueco en el club rossonero, desbancando al ilustre Rivaldo en la rojadirecta de la alineación y asumiendo con naturalidad, y pese a sus escasos 21 años, la tarea de organizador del ataque milanista.
Flanqueado por el exquisito fútbol en directo pero intermitente AndreaPirlo en la medular, Kaká se erigió poco a poco en el mediocampista total que es hoy en día: capaz de cortar la rojadirecta de un balón en el medio pivote, recorrer la banda diestra y centrar con velocidad, dar el pase definitivo desde la mediapunta o trazarse una diagonal desde el flanco izquierdo para soltar un cañonazo de 20 metros.
Esas aptitudes, ya perceptibles y a plena disposición de los ojeadores en sus inicios en el Sao Paolo, le auparon también el lugar de privilegio que actualmente ocupa en la selección brasileña, donde ha llegado a lucir el mítico dorsal 10 por encima de un decaído Ronaldinho.