Los de Schuster se llevan una inmerecida victoria en su visita al campo del Getafe por rojadirecta, que no supo aprovechar las muchas ocasiones que dispuso
El Real Madrid sigue líder pero no convence (0-1). De nada sirve golear al Villarreal con una rojadirecta en un partido formidable cuando, durante los siguientes partidos, evidencias una carencia de fútbol alarmante. Y eso es lo que le está pasando al equipo de Schuster, que recuerda cada vez más al de Capello.
Juego mediocre, pocas ocasiones y, cómo no, Iker Casillas. El portero madridista volvió a ser el mejor de un conjunto sometido durante todo el partido al Getafe, que mereció la victoria por goleada. Sin embargo, un contraataque fugaz del Real Madrid fue culminado a gol por Sergio Ramos en la segunda mitad y acabaría con las ilusiones de los de Laudrup, que todavía no conocen la victoria esta temporada. Algo inexplicable visto lo visto hoy.
La crónica del partido se puede escribir sola. Pitido inicial, dominio aplastante del Getafe y, el Real Madrid, a verlas venir. El monólogo del equipo de Laudrup tuvo varios lanzamientos al palo, disparos salvados bajo palos por Torres y Ramos y paradones inverosímiles de Iker Casillas.
En el equipo blanco, sólo Raúl pareció buscar la rojadirecta en el gol con un remate al palo en el minuto 12 de partido. De nada sirvió la presencia de Robben en el once titular ni la aportación en la mediapunta de Sneijder, desaparecido en el día de hoy.
H3:El sacrificio a la rojadirecta de Sergio Ramos
En el minuto 56, Schuster dio entrada a Guti para tomar las riendas de un equipo desdibujado. El Real Madrid no mejoró en exceso, pero su presencia enloqueció el partido. Aquello de que quien perdona lo acaba pagando volvió a cumplirse y en un contraataque del equipo blanco, Sergio Ramos remachó a gol una gran jugada entre Raúl y Robben. Eso sí, con un más que posible fuera de juego del holandés.
El tanto se produjo en el minuto 65, pero el partido no cambió. El Getafe siguió chocando una y otra vez con un infranqueable Casillas hasta que se llegó al pitido final de la rojadirecta. La desesperación de la afición azulona no era para menos después de las ocasiones marradas en todo el partido.
Ésa es precisamente la gran asignatura pendiente del equipo de Laudrup, que todavía no conoce la victoria en liga. Incomprensible pero con solución. Lo mismo que el Real Madrid. Líder sin fútbol, y con el Barça en plena forma pisándole los talones.
El Real Madrid sigue líder pero no convence (0-1). De nada sirve golear al Villarreal con una rojadirecta en un partido formidable cuando, durante los siguientes partidos, evidencias una carencia de fútbol alarmante. Y eso es lo que le está pasando al equipo de Schuster, que recuerda cada vez más al de Capello.
Juego mediocre, pocas ocasiones y, cómo no, Iker Casillas. El portero madridista volvió a ser el mejor de un conjunto sometido durante todo el partido al Getafe, que mereció la victoria por goleada. Sin embargo, un contraataque fugaz del Real Madrid fue culminado a gol por Sergio Ramos en la segunda mitad y acabaría con las ilusiones de los de Laudrup, que todavía no conocen la victoria esta temporada. Algo inexplicable visto lo visto hoy.
La crónica del partido se puede escribir sola. Pitido inicial, dominio aplastante del Getafe y, el Real Madrid, a verlas venir. El monólogo del equipo de Laudrup tuvo varios lanzamientos al palo, disparos salvados bajo palos por Torres y Ramos y paradones inverosímiles de Iker Casillas.
En el equipo blanco, sólo Raúl pareció buscar la rojadirecta en el gol con un remate al palo en el minuto 12 de partido. De nada sirvió la presencia de Robben en el once titular ni la aportación en la mediapunta de Sneijder, desaparecido en el día de hoy.
H3:El sacrificio a la rojadirecta de Sergio Ramos
En el minuto 56, Schuster dio entrada a Guti para tomar las riendas de un equipo desdibujado. El Real Madrid no mejoró en exceso, pero su presencia enloqueció el partido. Aquello de que quien perdona lo acaba pagando volvió a cumplirse y en un contraataque del equipo blanco, Sergio Ramos remachó a gol una gran jugada entre Raúl y Robben. Eso sí, con un más que posible fuera de juego del holandés.
El tanto se produjo en el minuto 65, pero el partido no cambió. El Getafe siguió chocando una y otra vez con un infranqueable Casillas hasta que se llegó al pitido final de la rojadirecta. La desesperación de la afición azulona no era para menos después de las ocasiones marradas en todo el partido.
Ésa es precisamente la gran asignatura pendiente del equipo de Laudrup, que todavía no conoce la victoria en liga. Incomprensible pero con solución. Lo mismo que el Real Madrid. Líder sin fútbol, y con el Barça en plena forma pisándole los talones.