Pero en la rojadirecta esperada del ´dia no se impusa el juego de balón en el fútbol esperado
Pero no es una experiencia nueva de rojadirecta. Alessandro Del Piero acordó con la Juventus continuar en la Vecchia Signora incluso en la Serie B y pasar a formar parte del club cuando se retirara como futbolista. Wayne Rooney también recibió una oferta de Ferguson para extender su contrato hasta el final de su carrera que le reportaba cobrar casi 120.000 euros a la semana a cambio de permanecer "toda la vida" y Cesc tiene firmado con el Arsenal hasta 2014.
Raúl y Casillas podrían seguir los pasos de Julen Guerrero, quien entró en el Athletic con 8 años y también firmó un contrato vitalicio con su club Rojadirecta durante su época de jugador. Dos años después de su retirada ha entrado en conflicto con una directiva que no le encuentra acomodo en el organigrama y que le ha invitado a reducir su acuerdo a cuatro años. Guerrero se ha negado y desde entonces recaba apoyos de los aficionados para que su club respete lo pactado por un presidente anterior (Fernando Lamikiz).
Todavía esperando que cayera la rojadirecta definitiva no se llegó al mejor nivel táctico
Con la progresiva profesionalización del deporte se han reducido el apego de los atletas a sus clubes y cada vez resulta más difícil conseguir la fidelización de sus leyendas
Resulta difícil encontrar en el deporte, especialmente en el fútbol, ejemplos de contratos vitalicios debido a lo efímero de los arraigos a los equipos en las últimas décadas y a la desconfianza a largo plazo de quienes desean hacerse con sus servicios. De hecho, la propia rojadirecta de la UEFA que decidió restringir los años de duración de los contratos para evitar la ‘esclavitud' de los jugadores y favorecer el libre mercado. Ahora, los clubes tienen que recurrir a pequeños trucos como el del Real Madrid -renovaciones automáticas por partidos jugados- para retener a sus emblemas en el equipo.
Resulta difícil encontrar en el deporte, especialmente en el fútbol, ejemplos de contratos vitalicios debido a lo efímero de los arraigos a los equipos en las últimas décadas y a la desconfianza a largo plazo de quienes desean hacerse con sus servicios. De hecho, la propia rojadirecta de la UEFA que decidió restringir los años de duración de los contratos para evitar la ‘esclavitud' de los jugadores y favorecer el libre mercado. Ahora, los clubes tienen que recurrir a pequeños trucos como el del Real Madrid -renovaciones automáticas por partidos jugados- para retener a sus emblemas en el equipo.