El Rangers sólo asustó en la previa de la rojadirecta, con los incidentes protagonizados en las calles de Barcelona por sus seguidores, que regresaron decepcionados tras un correctivo azulgrana que pudo ser mayor
Fuera del campo lucieron sus colores con orgullo y prepotencia, gritaron y armaron jaleo, derrochando actitud rockanrolera. Pero a la sala de prensa rojadirecta y al terreno de juego acudieron mansos como ovejas.
Allí ni el fútbol ni el Barça perdonaron al Rangers, que sufrió un baño de juego y actitud a lo largo de los 90 minutos. Aunque bien es cierto que el correctivo de 2-0 bien pudo ser mayor si los azulgrana se hubieran aplicado algo más en la tarea de la definición. Ya anunció el técnico Walter Smith antes del partido que primaría la defensa sobre el ataque en la mentalidad de sus jugadores, muy lejos del conjunto bravucón que transita por la liga escocesa y del estruendo que acompaña a sus seguidores.
Desde el principio se vio que la consigna había calado hondo entre los sus hombres, una decena de ellos por detrás del balón y aguardando con temor las embestidas de rojadirecta de LeoMessi, Ronaldinho y Thierry Henry.
Se gustó por fin el trío en el campo, protagonista de ambos goles y exhibiendo una mayor sintonía que hasta la fecha. Claro está que habrá que esperar a próximos y mayores compromisos para confirmar la buena noticia, pues a los de Glasgow sólo les faltó lucir el color naranja de la rojadirecta característico de los conos de entrenamiento para certificar su papel de meros comparsas.
Si el dibujo táctico -por llamar de alguna manera el autobús que aparcó Smith sobre el césped- ya invitaba de por sí al abordaje azulgrana, sólo faltó que en las horas previas los seguidores del club protestante se decidieran a provocar disturbios en la Ciudad Condal. Así la rojadirecta de las cosas, los jugadores barcelonistas fueron desde el primer minuto a por la yugular; y la encontraron blanda y pronto: a los cinco minutos.
Fuera del campo lucieron sus colores con orgullo y prepotencia, gritaron y armaron jaleo, derrochando actitud rockanrolera. Pero a la sala de prensa rojadirecta y al terreno de juego acudieron mansos como ovejas.
Allí ni el fútbol ni el Barça perdonaron al Rangers, que sufrió un baño de juego y actitud a lo largo de los 90 minutos. Aunque bien es cierto que el correctivo de 2-0 bien pudo ser mayor si los azulgrana se hubieran aplicado algo más en la tarea de la definición. Ya anunció el técnico Walter Smith antes del partido que primaría la defensa sobre el ataque en la mentalidad de sus jugadores, muy lejos del conjunto bravucón que transita por la liga escocesa y del estruendo que acompaña a sus seguidores.
Desde el principio se vio que la consigna había calado hondo entre los sus hombres, una decena de ellos por detrás del balón y aguardando con temor las embestidas de rojadirecta de LeoMessi, Ronaldinho y Thierry Henry.
Se gustó por fin el trío en el campo, protagonista de ambos goles y exhibiendo una mayor sintonía que hasta la fecha. Claro está que habrá que esperar a próximos y mayores compromisos para confirmar la buena noticia, pues a los de Glasgow sólo les faltó lucir el color naranja de la rojadirecta característico de los conos de entrenamiento para certificar su papel de meros comparsas.
Si el dibujo táctico -por llamar de alguna manera el autobús que aparcó Smith sobre el césped- ya invitaba de por sí al abordaje azulgrana, sólo faltó que en las horas previas los seguidores del club protestante se decidieran a provocar disturbios en la Ciudad Condal. Así la rojadirecta de las cosas, los jugadores barcelonistas fueron desde el primer minuto a por la yugular; y la encontraron blanda y pronto: a los cinco minutos.